viernes, 18 de enero de 2013

chorizos, balas y guillotinas

Con la aparición de nuevos casos de corruptela (y lo que te rondaré morena) han ido apareciendo por las redes sociales multitud de eslóganes más o menos graciosos y me he quedado con dos y media: "tanto gilipollas y tan pocas balas", "no hay pan para tanto chorizo" y algo sobre afilar la guillotina como hizo Robespierre.

Ahora todo se centra en Suiza D'or, lugar de corrupciones. La verdad es que siempre he creído que Suiza era un país bucólico, de precisión relojera y aroma a chocolate Milka, pero de un tiempo a esta parte veo que es un sitio donde nuestros "chorizos con label" llevan su dinero a reposar (¿o debería decir rebosar?). Se sabía que los Rolling Stones se cambiaban la sangre allí, aunque no sabíamos quién era el pobre tonto que se quedaba con la de Richards, pero debía cobrarlo bien, al menos eso espero. Pero lo que no sabía, era que los políticos, cambiaban maletines de pesetas/€uros por llaves de cajas de seguridad.

Y aquí es donde planteamos la cuestión. ¿Por qué cojones seguimos siendo los tontos los de siempre? Esto es como quedársela tres veces seguidas al "un, dos, tres, carabim, bom, bam", que es difícil de cojones no ver que alguno se hubiera movido. Siempre había excusitas, como ahora, es que fulano me ha empujado, que yo no he firmado esos documentos, es que te has girado antes de decir "bam", es que... ERES GILIPOLLAS. Pues eso, que los que nos roban con sus sueldos, pocos impuestos y pensiones vitalicias, los que subvencionan sus partidos con dinero público, los que enchufan a familiares o a sí mismos en puestos directivos de empresas a las que protegen o construyen estaciones de AVE en sus fincas, los que en resumidas cuentas (suizas) se lo llevan "crudo", no tienen suficiente con eso y evaden, aparte de su trabajo, el dinero que nos roban. Yo creo que ese delito es peor que asesinar. Porque al final matan a gente de hambre y desesperación. Y matan con los billetes que hacen falta para salvar al país que tanto quieren y del que nos tenemos que sentir orgullosos con la desvergüenza y la impunidad que ellos mismos han creado.
Así que, sinceramente, creo que una vez más, que tenemos lo que nos merecemos, y si no lo merecemos, hagamos algo. La revolución empieza por uno mismo y si meterle cuatro tiros a uno de estos indeseables implica irte al trullo, habrá que utilizar la única arma que conocen, sacarlos del sistema que han creado. Votar de verdad todos juntos a una opción que acabe con todos en la cárcel, previa devolución de lo robado.

Yo de todas maneras, si fuera usted iba afilando la guillotina, aunque sea la del curro, esa que tiene para los folios, porque como esto siga así vamos a necesitar más de una, que no hay tanto pan ni balas para tanto HIJODEPUTA.
  

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